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Ceremonia solemne
En la jornada del 24 de junio, sesionó el I Pleno de magistrados del Tribunal Supremo Popular (TSP), tras la recientemente promulgada Ley No. 140, de 28 de octubre de 2021, «De los tribunales de justicia».
Como parte de las actividades desarrolladas durante el encuentro, en ceremonia solemne, tomaron posesión de sus cargos de magistradas las jóvenes juezas Ingryd Teresa Santos Díaz y Yanelis Ponce Téllez. En su juramento, ambas reconocieron el gran honor que representa ocupar dicho cargo, a la vez que agradecieron la confianza depositada, la cual «significa un estímulo y un alto compromiso de un mejor desempeño como servidoras públicas». Igualmente, conscientes de la responsabilidad que asumen, reafirmaron su deber de impartir justicia con acierto, de conformidad con lo dispuesto en la Constitución de la República de Cuba y las demás leyes vigentes, así como apegarse a los valores y principios refrendados en el Código de Ética Judicial, con plena conciencia de que actúan en nombre del pueblo cubano.
Con la misma solemnidad, también aconteció, por vez primera, la entrega de la distinción de Magistrado Emérito. Esta condición, junto a la de Juez Emérito, fue instituida por la referida ley orgánica de los tribunales de justicia, para distinguir a quienes, al llegar a la edad de jubilación, acumulen una trayectoria relevante al servicio de la judicatura y se encuentren en condiciones de continuar aportando sus conocimientos al desarrollo de esta labor. Con ello, además, se dio cumplimiento a una de las recomendaciones realizadas por la Asamblea Nacional del Poder Popular, en ocasión de la rendición de cuenta del TSP ante ese órgano, el 21 de diciembre de 2017.
Los magistrados galardonados fueron Plácido Batista Veranes, presidente de la Sala de los Delitos contra la Seguridad del Estado del alto foro judicial cubano desde el 2001; y María Caridad Bertot Yero, magistrada de la Sala de lo Penal de la misma instancia desde el 2006. Ambos sobresalen por haber entregado sus vidas a la impartición de justicia, con consagración, compromiso y un comportamiento intachable.
A este acto, asistieron, como invitados especiales, Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba y miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC); Yamila Peña Ojeda, fiscal general de la República; Lilia María Hernández Doejo, presidenta de la Organización Nacional de Bufetes Colectivos; Yumil Rodríguez Fernández, vicepresidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP); Joaquín Bernal Rodríguez, funcionario del Comité Central del PCC; Darío Delgado Cura, funcionario de la Secretaría del Consejo de Ministros; Yaisel Pieter Terry, secretario del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Administración Pública; y reconocidos profesores de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana.
Momento de especial emotividad
Plácido Batista Veranes, en sus palabras de agradecimiento, expresó: Este reconocimiento representa el compromiso de ser, cada día más, ejemplo en el trabajo y la disciplina. No solo la inteligencia, sino también —y fundamentalmente— la modestia, la humildad, la decencia, la lealtad hacen a un hombre crecerse y ser íntegro. Ya llevo casi 45 años dedicados a la justicia; me declaro un apasionado del trabajo en los tribunales y seguiré sirviendo a la patria, a la Revolución socialista y, por supuesto, a los órganos judiciales, hasta que la capacidad psicofísica me lo permita.
Por su parte, María Caridad Bertot Yero, con profunda emoción, confesó: Cuando, recién graduada, tomé posesión como jueza profesional del Tribunal Municipal Popular del Cerro, estaba convencida de que permanecería en esa función solo durante el tiempo de servicio social, pero el que esté hoy frente a ustedes claramente demuestra que me excedí en su cumplimiento. Aunque los inicios fueron difíciles, ya llevo 39 años al servicio de la impartición de justicia. Esta mañana es para mí de alegría, pero también de recordación y agradecimientos a todos los que ayudaron en mi formación. Agradezco a mi esposo y a mi hijo —presentes en la ceremonia—, que han sobrellevado y soportado mi dedicación por el trabajo. Este reconocimiento es un compromiso moral de transmitir a otros jueces, en especial a los más jóvenes, los conocimientos y experiencias adquiridas, para así contribuir a su formación, y espero que la vida me lo permita.
La investidura de Magistrado Emérito, otorgada por acuerdo del Consejo de Gobierno del TSP, constituye un elevado reconocimiento en la carrera judicial y premia a quienes encarnan los más altos valores de la judicatura y un paradigma al que todos quisiéramos llegar, además de una oportunidad para, desde el mérito justamente reconocido, continuar fomentando la virtud.
Desarrollo del I Pleno de magistrados del TSP
A continuación, en este encuentro, la Dra. C. Mayda Goite Pierre presentó un libro que se le dedicó a María Caridad Bertot Yero, magistrada laureada en esa jornada.
A la reunión, asistieron como invitados los presidentes de los tribunales provinciales populares y de los tribunales militares territoriales. Esta se transmitió para todos los órganos judiciales del país mediante el sistema de videoconferencia.
Rubén Remigio Ferro, presidente del TSP, en su intervención, hizo un llamado a lo importante que resulta, para los magistrados y jueces, estar a tono con los tiempos que corren, tal como propugna el concepto de Revolución: «cambiar todo lo que debe ser cambiado», para, de este modo, poder impartir una justicia contextualizada en nombre del pueblo. Asimismo, se refirió a que, en todas las sedes judiciales del país, deben primar la cultura del detalle y el buen hacer en lo que hagamos.
Los desafíos de la implementación de la reforma judicial y procesal; el actuar con sensibilidad en la tramitación y solución de los procesos judiciales; la constante interacción con todos los trabajadores de los tribunales, ya que los recursos humanos son nuestra fuerza más valiosa; la ética, disciplina y ejemplaridad de cada magistrado en su conducta personal, familiar y profesional, su activismo en la comunidad; así como el combate en las redes fueron algunas de las temáticas abordadas.
Igualmente, se analizó el informe de rendición de cuenta del TSP que se presentará a la ANPP en el presente año y se realizó una breve caracterización de la labor de las salas de justicia del TSP.
En el espacio, Remigio Ferro resaltó la relevancia del intercambio fluido de saberes y experiencias entre los magistrados y los jueces de los tribunales provinciales, municipales y militares territoriales, lo cual forma parte de lo que somos como nación y sociedad, puesto que esto es inapreciable en otros países del mundo. Ello tributa a la capacitación, en pos de la mejora continua de nuestro quehacer, a la vez que nos guía a un objetivo mayor: ofrecer una justicia con la mayor calidad, de cara al pueblo.
