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Para los tribunales cubanos, llevar el apellido de populares nace desde nuestra propia Carta Magna, pues en su Artículo 147 queda definido que la función de impartir justicia dimana del pueblo. Y este mandato, como expresó el presidente del Tribunal Supremo Popular (TSP) en su más reciente intervención en el programa Hacemos Cuba, se ha asumido, a lo largo de más de 60 años, con toda la dignidad y sensibilidad que así lo demanda.
Y precisamente, es el cumplimiento de ese noble propósito el que ha permitido que se arraigue en nuestro pueblo un profundo sentido de la justicia social, en cuya dimensión se encuentra la justicia judicial.
Bajo esa permanente convicción, la gran familia judicial celebró, este 8 de junio, el Día del Trabajador Jurídico, mediante un acto al cual asistieron Rubén Remigio Ferro, presidente del TSP; Diosvany Acosta Abrahante, primer secretario del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC); Nislay Molina Nápoles, miembro del Buró Nacional de la UJC que atiende la esfera ideológica; Niurkis Sosa de los Reyes, miembro del Secretariado Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Administración Pública (SNTAP); y Osmín Álvarez Bencomo, presidente de la Unión de Juristas en La Habana.
Estuvieron presentes, además, los miembros del Consejo de Gobierno del TSP, magistrados, directivos y trabajadores de dicha instancia judicial, así como otros representantes de la UJC y del Comité Municipal del Partido Comunista de Cuba en La Habana Vieja.
El acto fue propicio para que, por cuarta ocasión consecutiva, el Secretariado Nacional del SNTAP entregara al TSP la condición de Colectivo Distinguido Nacional, por la labor desarrollada durante 2020, siendo ello fruto de la motivación y la unidad de quienes laboran en los tribunales.
Por su parte, la Unión de Juristas en La Habana premió el fructífero trabajo desarrollado durante el año anterior por nuestra Delegación de Base con la entrega de un reconocimiento a sus integrantes.
Asimismo, dicha delegación, junto a la dirección del supremo tribunal estimularon a los magistrados que participaron, de conjunto con otros profesionales del Derecho, en la elaboración de los cuatro anteproyectos de leyes presentados al Parlamento cubano para su estudio y análisis por parte de los diputados.
Un momento muy especial resultó la entrega del carné que acredita como militantes de la organización de vanguardia de la juventud cubana a seis pinos nuevos del máximo órgano judicial cubano. El primer secretario del Comité Nacional de la UJC, junto a su homóloga en el municipio La Habana Vieja, hicieron entrega de dicho estandarte que premia el compromiso de estos jóvenes revolucionarios con la Patria.
Al hacer uso de la palabra, Acosta Abrahante significó el importante papel que juega la juventud cubana como digna continuadora de la obra socialista, la cual, además, tiene la misión de defender. En su intervención, también destacó el trabajo sistemático que viene desarrollando el Comité de Base del TSP, como principal aglutinador de todo el universo juvenil que aquí labora y los felicitó a propósito de la efeméride que, en esta jornada, se celebra.
El joven Leonardo Guijarro Chacón habló en nombre de todos los que, como él, recibieron el carné de la UJC, momento que aprovechó para, visiblemente emocionado, agradecer a la institución por la continua formación que brinda a quienes en ella ingresan, en aras de seguir cultivando esa fructífera convergencia entre juventud y experiencia que se fusiona en los órganos judiciales cubanos para dotarlos de fuerza y vitalidad.
Varias interpretaciones de Eduardo Sosa, destacado trovador y defensor a ultranza de la cultura nacional, imprimieron el sello de cubanía a un acto a través del cual se patentizó, además, el firme compromiso de los presentes con la misión que les corresponde cumplir.






