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Estamos haciendo ciencia en los tribunales para transformar lo que deba ser transformado y mejorar lo que deba ser mejorado. Con esta idea, Rubén Remigio Ferro, presidente del Tribunal Supremo Popular (TSP), inició sus palabras de clausura de la Jornada Científica nacional que durante los días 12 y 13 sesionó en plenario y comisiones en el Hotel Habana Libre.
Las sesiones de trabajo estuvieron caracterizadas por la profundidad de los razonamientos de cada ponente y participante acerca del papel de los jueces en un nuevo escenario institucional, la búsqueda del camino hacia el ejercicio de la función judicial en todas las instancias con estándares de calidad cada vez más superiores.
En la sesión vespertina, fueron debatidos temas tan actuales como el tratamiento judicial a los problemas de familia que hoy en el país asume características diferentes, el envejecimiento poblacional, la necesidad de implementar mecanismos más eficaces en el control judicial sobre la ejecución de las sanciones, la buena administración como principio del Derecho administrativo: su control judicial en Cuba; así como los fundamentos criminológicos del control judicial de los delitos económicos con una aproximación en el ordenamiento jurídico cubano, entre otros temas de medular importancia.
El reconocimiento oportuno llegó a la participación de los jóvenes por su aporte a la jornada científica y por lo que representan en la impartición de justicia en cada uno de los tribunales del país, dada la preparación académica y los valores humanos que poseen y que los hacen ser jueces de su tiempo.
Con la presencia del ministro de Justicia, Oscar Silvera Martínez, y otros invitados especiales, se realizó la presentación de la edición No. 31 de la revista Justicia y Derecho, quien manifestó su regocijo por haber sido parte de esta publicación seriada del TSP durante tantos años y reconocer en ella la importancia vital para elevar el conocimiento de los operadores del Derecho.
Por último, el presidente del TSP aseguró que el cuerpo judicial está listo, con sentido del momento histórico, para cambiar todo lo que deba ser cambiado de cara a lo que de nosotros demanden los nuevos tiempos.

