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“La obra de la Revolución es infinita y se expresa de diferentes maneras; la labor del juez de ejecución es una de las formas más humanas de expresar esa gran obra”. Así expresó Rubén Remigio Ferro, presidente del Tribunal Supremo Popular de la República de Cuba, al inaugurar en la mañana de este 8 de noviembre el X Taller Nacional sobre la actividad de control, influencia y atención a personas que extinguen sanciones en condiciones de libertad.
Desde el inicio, el encuentro estuvo marcado por la cubanía que compromete tan noble labor; por ello, escuchar La bella cubana y La Bayamesa en los acordes de un violín fueron motor impulsor para iniciar los debates destinados a seguir perfeccionando la labor del juez de ejecución desde una mirada integradora y organizada, según las palabras de la vicepresidenta del TSP, Maricela Sosa Ravelo, quien además, expuso el comportamiento de esta actividad que se despliega desde el año 2001.
En cada intervención se resaltó la necesaria integración entre la labor de los tribunales, las organizaciones de masas, la Policía Nacional Revolucionaria, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, las administraciones locales y el insustituible rol de la familia para la reinserción de los sancionados a la sociedad, ejemplificado de manera muy humana en el documental En el lente de la ley, de la periodista Lisandra Haydar Valdés, del Canal Habana.
Las comisiones pusieron una mirada aguda a la ubicación laboral de estas personas, a las acciones de seguimiento y control y a las relaciones de trabajo con el juez de ejecución.
Para la jornada de este viernes se prevé la intervención de los organismos que contribuyen en tan humana tarea y las relatorías por parte de cada comisión, donde quedarán reseñadas sugerencias, aciertos y propuestas para continuar perfeccionando la actividad de control, influencia y atención a personas que extinguen sanciones en condiciones de libertad.
