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Previo a la reunión de la Comisión Iberoamericana de Ética Judicial que tendrá lugar en el hotel Nacional de Cuba, en La Habana, en la mañana de hoy, miembros de la referida comisión, directivos y magistrados del Tribunal Supremo Popular de la República de Cuba, visitaron la escuela Solidaridad con Panamá, situada en la capital cubana.
Este es un centro diseñado para niños en situación de discapacidad, el centro es único de su tipo en el país. La atención diferenciada y un personal consagrado, distinguen a esta institución de referencia nacional.
Su objetivo principal es devolver a los niños a la enseñanza general lo más pronto posible, luego de que logren una rehabilitación física al máximo posible y la estabilización psicológica.
En este centro se respira un invaluable ambiente de humanidad y cooperación, pues se trata de personas en situaciones de discapacidad, con disímiles patologías, muchas de ellas malformaciones congénitas, las cuales requieren para su cuidado una relación muy estrecha entre la escuela y la familia, para encauzar la vida a través de las enseñanzas técnica profesional o preuniversitaria. La atención es particularizada y en ella interviene todo el personal de apoyo a la docencia según lo permitan las capacidades de cada cual. Presenta un colectivo estable, integrado por maestros y especialistas (logopedas, psicopedagogos, profesores de terapia ocupacional y de computación, fisiatras, bibliotecarios, instructores de arte), que combinan las labores de enseñanza con la rehabilitación física.
Este centro brinda educación primaria y secundaria, además existen talleres donde aprenden un oficio. También realizan actividades culturales y recreativas que favorecen el desarrollo de la personalidad de estos estudiantes, estableciendo vínculos con niños y niñas de otras escuelas del país y personalidades que a lo largo de su fundación han visitado el centro.
Esta es una escuela de tránsito, los niños generalmente permanecen aquí hasta que cumplen 18 o 19 años. Luego regresan a sus lugares de residencia y en coordinación con la Asociación Cubana de Limitados Físico Motores (ACLIFIM) en los territorios, se le brinda la continuidad de estudios se corresponda con las posibilidades de empleo que existen en las comunidades.
La educación allí rebasa la enseñanza tradicional; se trabaja a diario para cultivar la confianza, la autoestima y las habilidades necesarias para que cada estudiante pueda desarrollarse plenamente. Sin dudas, es un centro referente para lograr proporcionar un entorno inclusivo y acogedor, donde cada niño es valorado y respetado por su singularidad.



