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"Hoy fue un día de mucho kilometraje, de recorrido hasta el Tribunal Municipal Popular de Pilón, sitio que tiene una herida por los sismos que sacudieron a su gente noble. En la travesía acompañé al Vicepresidente del Tribunal Supremo Popular Yamir Rodríguez Tamayo.
Nos personamos en las entrañas del epicentro sísmico, escuchamos cientos de anécdotas de los pobladores y particularmente de los trabajadores de la familia judicial.
Muchas muestras de afecto recibimos en cada vivienda de nuestra gente, la respuesta fue categórica en todos: ¡¡¡Qué grande es la Familia Judicial!!! Imagino haya sido por las muestras de cariño recibidas, por las atenciones, por la cuna que perdió el bebé recién nacido (12 días al momento del sismo) y ya fue donada, por las llamadas telefónicas de todos los compañeros, particularmente del presidente Rubén Remigio Ferro, por la palabras de aliento del vicepresidente Yamir, en fin, por cada ropón, aseo, toalla, sábana y sobre todo por la presencia misma, dando la cara, en el lugar.
Este encuentro nos llevó a entrevistarnos con miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, quienes al frente de una comisión, visitaron los restos de la vivienda de nuestra compañera, que en plena ruina el esposo recuperaba y limpiaba para en la primera ocasión, levantar de nuevo el hogar. Otros funcionarios nos atendieron y explicaron la gravedad del asunto, así como las posibles soluciones que se estaban materializando. En todos esos compañeros apreciamos mucha creatividad y resiliencia.
El viaje continuó, seguimos rumbo al Tribunal Municipal Popular de Niquero. Allí su gente nos atendió de igual manera, con una sonrisa cálida, dieron detalles de las afectaciones sufridas en la sede. El espacio sirvió para comprometer a la tropa, hablar de la necesidad de cumplir con cabalidad nuestro servicio público y hacerlo bien. Se notaba mucho compromiso, gente laboriosa, demostrando que no hay sismo ni afectación eléctrica que los doblegue.
Ya de tarde hicimos una tercera parada en el Tribunal Municipal Popular de MediaLuna. La pulcritud del sitio llamó la atención del dirigente del Tribunal Supremo Popular. Sus trabajadores hablaron con optimismo, desde los jóvenes hasta los más longevos,con uno que otro cuento de antaño, pero igual se manifestó el compromiso de seguir echando para adelante.
La parada final fue en el Tribunal Municipal Popular de Campechuela. Un reducido grupo nos dio la bienvenida, todas féminas, gente de mucho años fraguada en el calor de todos los cambios en el sistema judicial. Hablaron de la importancia de la unidad, de llevarse como familia y de seguir aportando, pese a cualquier situación.
De cada encuentro quedaron imágenes de nuestros intrépidos choferes, Rafael y Juan Carlos, que hicieron lo mejor para no desenfocar, pero lo cierto es que recogieron unas imágenes que son solo explicables, entendibles, en el terreno.
En resumen ¡¡¡#SePuedeMuchoJuntos!!!
Siento orgullo por esta familia judicial, a lo largo de este verde caimán".