
Hace pocas horas la frase “Somos continuidad” adquirió una nueva connotación. En un nuevo aniversario de la desaparición física de Vilma, la eterna presidenta de las mujeres cubanas, dos jóvenes mujeres tomaban posesión de sus cargos en el Tribunal Supremo Popular (TSP).
Las magistradas Ana Yuly Mojena González y Daylin Gozá Valdés, jóvenes con experiencia suficiente y resultados de trabajo, juraron cumplir con el Código de ética judicial y desempeñar el cargo con austeridad, probidad, y honrarlo como su investidura requiere.
Coincidieron en que era un orgullo asumir tan alta responsabilidad siendo aún jóvenes y con una carrera judicial donde les queda muchas cosas por aprender. Destacaron que el mayor reto consiste en estar a la altura de la tarea que les ha sido encomendada.
Agradecieron a la Revolución, en primer lugar, por haberlas formado como profesionales del Derecho, así como a profesores, colegas de trabajo y, especialmente, a su familia, por haber forjado en ellas valores que les permiten el ejercicio de la justicia y la toma de decisiones en representación del pueblo cubano.
Rubén Remigio Ferro, presidente del TSP, aseveró que ambas magistradas son fruto de las ideas de Fidel Castro. Que la fuerza de la mujer en favor de la justicia es extraordinaria y que ambas jóvenes enfrentarán nuevas y complejas tareas a las que entregarán toda su capacidad.
Concluyó asegurando que la justicia tiene en los jóvenes el presente y el futuro de Cuba.
Leave your comment
Comments
Felicidades a las juezas, especialmente a la magistrada Ana Yuly, compañera de aula en la Universidad, excelente persona y excelente profesional, es un reconocimiento a 20 años en el ejercicio de tan importante labor, y su nombramiento como jueza en el Tribunal Supremo constituye el más alto eslabón como jurista.