“Ser juez lego es y será siempre un mérito”
Así lo afirma Susana del Carmen Conde Castro, juez lego de la Sala de lo Civil, de lo Familiar, de lo Administrativo, de lo Mercantil y del Trabajo y de la Seguridad Social del Tribunal Provincial Popular de Holguín, con más de 30 años al servicio de la impartición de justicia.
Susana del Carmen viene del sector tabacalero, en el cual fue elegida por su destacada trayectoria laboral e intachable conducta moral para candidata a juez lego.
Ejerció durante dos mandatos en el Tribunal Municipal Popular de Holguín y posteriormente fue promovida al Tribunal Provincial, donde ha sumado más de treinta años al servicio del pueblo.
Expresó sentirse realizada pues le gusta mucho la labor que realiza en la sala de justicia y además porque los que allí laboran se convirtieron en su segundo colectivo de trabajo; la acogieron muy bien desde que inició y la han hecho sentir que tiene valor al dicho del juez lego, que estos son escuchados a la hora de tomar las decisiones, que su criterio es importante, en todas las materias que conoce el tribunal, y aclaró que también ha prestado servicio en la materia penal.
A Susana del Carmen le apasiona contribuir a impartir justicia, tener la responsabilidad de decidir sobre asuntos que involucran aspectos esenciales de la vida de las individuos en cuanto a sus bienes materiales, sus relaciones con otras personas e incluso algo tan valioso como la libertad del ser humano, lo cual entraña una gran responsabilidad y a la vez un enorme compromiso con hacerlo y hacerlo bien.
Conde Castro cuenta que de las tareas como juez lego lo que más le impactado ha sido integrar el tribunal en la Sala Primera de lo Penal y enfrentarse a casos de violación, sobre todo cuando las víctimas de estos actos violentos son menores de edad o personas en situaciones de vulnerabilidad, eso la ha marcado, aún más que cuando se ha enfrentado a casos de asesinato.
Expresó: "los jueces legos son la expresión del pueblo, pues es una actividad realizada por un individuo común siempre y cuando tengan una conducta moral intachable; puede asumirlo un médico, una ama de casa, un técnico, un obrero calificado o un maestro, es decir una persona que no tiene estudios formales o académicos en materia de derecho y es eso lo que aporta ese carácter popular al sistema de justicia en Cuba".
"Ser juez lego en primer lugar es un mérito y un reconocimiento social, siempre lo fue y siempre lo será; tanto en los centros de trabajo que la comunidad donde uno reside; pero el que realice esta función por sobre todas las cosas tiene que hacerlo con amor y saber que en sus hombros descansa la responsabilidad de analizar cada caso en particular y aplicar lo establecido en la ley de forma imparcial y certera".
¡Así son nuestros jueces legos!