- 8 vistas

En el marco de las celebraciones por el Día del archivero cubano, el Sistema de Tribunales recibió la grata noticia de que a una de las guardianas de los tesoros judiciales, Mercedes Cabrera Gil, le fue otorgado el Medallón 180 Aniversario del primer archivo de Cuba, distinción con que el Archivo Nacional reconoce a las personas que se destacan en la tarea de proteger y conservar la memoria histórica de la nación.
Mercedes, también en este noviembre, cumplió 26 años como archivera del Tribunal Provincial Popular (TPP) de Matanzas, vasto tiempo en el que se ha ganado el afecto y admiración de sus compañeros por su dedicación y entrega al órgano judicial donde ha desarrollado toda su vida profesional. Ella, desde el lugar que le pertenece y le apasiona, contribuye a asegurar la perdurabilidad de los fondos documentales del sistema judicial. Y confiesa que, lo mejor de ser archivera es conservar, proteger y asistir adecuadamente las solicitudes de las unidades judiciales que necesiten de sus servicios.
¿Qué es lo más difícil que ha enfrentado en su paso por los archivos del TPP de Matanzas?
La organización de los expedientes después del traslado del archivo de la antigua sede dl TPP a la nueva, que se pudo superar con mucho esfuerzo, constancia y apoyo de los directivos, jueces y demás trabajadores.
¿Qué opina de la colaboración escuelas-tribunales?
Es muy buena la relación escuelas-tribunales porque ofrece la posibilidad de adentrar a los jóvenes en el hermoso mundo de la conservación, y de despertar en ellos el interés por este trabajo.
¿Cómo ha incidido su labor en su vida cotidiana?
Esta labor ha trascendido hasta mi hogar, de ahí la sistematicidad por el orden, la limpieza, el hábito de guardar documentos de valor utilizando las diferentes técnicas de conservación: protegerlos de la humedad y de la luz solar, evitar el polvo, usar la protección adecuada para la salud del ser humano, etc.
¿Qué ha significado para usted recibir el Medallón 180 Aniversario del primer archivo en Cuba?
Es un gran honor y compromiso, no esperaba tan alta distinción. Agradezco al Tribunal Supremo Popular, al TPP, al sindicato, por proponerme, y al Archivo Nacional de Cuba, por creerme merecedora de este Medallón.
A la pregunta de qué documento cubano y valioso quisiera hojear, responde (como fiel amante de la literatura cubana): El primer ejemplar de la obra Espejo de Paciencia. Además, confiesa que no solo quiere hojearlo, sino también conservarlo adecuadamente. Sin embargo, se le siente muy satisfecha porque por sus manos han pasado expedientes que constituyen patrimonio, como la causa en la que Fidel Castro defendió un caso en el municipio Colón, de Matanzas.
Y para finalizar, por ahora, ¿por qué es importante la labor de los archiveros en el sistema judicial?
Este es un trabajo de vital importancia, ya que conserva toda la memoria histórica del tribunal y muchos de los expedientes que aquí se encuentran forman parte de la historia de nuestra ciudad y también del país. Un archivero debe tener mucha responsabilidad, trabajar con organización, pulcritud y, sobre todo, tener mucho sentido de pertenencia por lo que hace.