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Baile y poesías trajeron al Tribunal Supremo Popular (TSP) estudiantes de la escuela primaria Simón Rodríguez (sita en La Habana Vieja), quienes participaron en un vespertino con trabajadores de la Sala de lo Civil y lo Administrativo del TSP.
En el encuentro semanal del área, matizado esta vez por la presencia de los niños de ese centro escolar, los trabajadores disfrutaron de poemas dedicados a las madres cubanas y a Celia Sánchez Manduley, de quien rememoraron parte de su vida y obra.
Los niños, con sus encantos y curiosidad, recorrieron también la sala principal del TSP, donde pudieron familiarizarse con el sistema judicial cubano e identificaron las representaciones de los símbolos patrios en el vitral que cubre el solemne salón.
Esos que como dijera José Martí, el apóstol de Cuba, son la esperanza del mundo, se mostraron deseosos por regresar, seguros de que desde los tribunales se defienden su futuro y sus derechos humanos.

