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En la vida de Mercedes Cabrera Gil, quien hace 26 años se desempeña como archivera del Tribunal Provincial Popular (TPP) de Matanzas la conservación de documentos se convirtió en una necesidad. Mercedes destaca por sus conocimientos y experiencia en esta actividad vital para el sistema judicial cubano. Por su laboriosidad y entrega, recibió en el 2019, en el contexto de la jornada por el Día del Archivero, el Medallón 180 aniversario, distinción que otorga el Archivo de la República de Cuba a las personas que sobresalen en estas funciones.
En el presente año, en ocasión de las actividades por esta jornada, dialogamos con esta fémina sencilla, responsable y dedicada a una labor que le ha merecido, más que todo, el cariño y respeto de sus compañeros de trabajo.
¿Cómo arriba a los tribunales populares?
Llego a los tribunales matanceros en 1993, luego de cumplir otras funciones. Inicié en la Sala de lo Penal del TPP como escribiente y, en noviembre de ese año, pasé a ocupar la plaza de archivera. Me gusta tener todo muy ordenado, empezando por mi hogar, razón por la cual acepté este trabajo.
¿Qué cualidades debe tener un archivero?
Debe gustarte la actividad y saber cómo se labora en el Sistema de Tribunales. Pienso que es muy importante la responsabilidad, ser organizada, pulcra y tener un profundo sentido de pertenencia por lo que haces, ya que en los archivos se conserva toda la memoria del tribunal, entre ella, muchos expedientes. Recuerdo uno de los más trascendentales que he tenido en mis manos y tuve la oportunidad de hojear, me refiero a una causa en la que Fidel ejerció como abogado en un proceso del municipio de Colón, documento que atesora momentos en que nuestro Comandante se desempeñaba como profesional del Derecho.
Mercedes, sus conocimientos le han permitido enseñar a las nuevas generaciones. ¿Qué experiencias posee al respecto?
Tuve la oportunidad de poder enseñar a algunos, de explicarles la importancia de este trabajo y he dado lo mejor de mí para transmitirles todo lo que yo he aprendido a lo largo de estos años en la actividad.
¿Qué sentiste al recibir el Medallón 180 aniversario del primer Archivo de Cuba?
Es un gran compromiso y también un reconocimiento a todos los años de trabajo. No esperaba tan alta distinción y agradezco al Tribunal Supremo Popular, al TPP, al sindicato y al Archivo Nacional por proponerme.
¿Algún sueño pendiente?
Soy amante de la literatura cubana y me gustaría conservar y examinar el primer ejemplar de la obra Espejo de Paciencia.
Mercedes hoy, con su maestría y dominio en el oficio de archivera, siente orgullo de la labor que realiza y expresa sentirse comprometida con su institución y la alta responsabilidad de seguir contribuyendo al resguardo del valioso tesoro que poseen los archivos del sistema judicial cubano.