
La Estrategia para el desarrollo científico-tecnológico y la innovación en el Sistema de Tribunales fue aprobada, este jueves, por el Consejo de Gobierno del Tribunal Supremo Popular (TSP), y, calificada como el documento programático que define el camino de la actividad investigativa en los órganos judiciales cubanos, materializa lo refrendado en el Artículo 21 de la Constitución de la República.
La Dra. Rufina de la Caridad Hernández Rodríguez, jefa de la Unidad de Innovación y Desarrollo, explicó el proceso de elaboración de este instrumento, que inició por la búsqueda de información. Fueron revisadas más de 250 fuentes documentales del ámbito nacional e internacional, examinando los precedentes de una estrategia de ciencia, tecnología e innovación que incluyera todos los procesos que conciernen al quehacer judicial de manera integral, lo que no se encontró.
Una vez concluida la primera versión, se realizaron consultas con los integrantes del Consejo científico asesor del TSP, profesores de la Universidad de La Habana y otros expertos, incluyendo los de la Academia de Ciencias, con la finalidad de obtener un producto más acabado y ajustado a la misión, visión y valores del Sistema de Tribunales. Como resultado de ello, se generaron 38 recomendaciones que la enriquecieron.
Rubén Remigio Ferro, presidente del TSP, valoró su trascendencia, al considerarla una valiosa herramienta que tiene «mucha ciencia incorporada», y que no solo incluye al público interno, sino también a otros profesionales, cuyas investigaciones tributen a la mejora de la actividad judicial.
En su intervención, destacó la valía de la investigación en el desarrollo de las capacidades de los jueces, lo que impacta en su desempeño profesional. Quienes administran justicia en Cuba tienen que ser ejemplo y superarse de manera constante, pues es un derecho de la ciudadanía contar con jueces que, además de ser acreedores de prestigio social y de una conducta ética intachable, tengan conocimientos y habilidades científico-técnicas. Ello elevará el ejercicio de la justicia y la confianza de la población en nuestro sistema judicial, expresó Remigio Ferro.
Del mismo modo, enfatizó que la Estrategia recoge, como una de sus columnas vertebrales, la alianza tribunales-universidad y dio a conocer la autorización que recibió la Escuela de Formación Judicial para diseñar e impartir estudios de posgrado y que las investigaciones resultantes de cada acción de superación se realicen teniendo en cuenta las líneas de investigación contenidas en la estrategia y que respondan a las necesidades de la impartición de justicia.
Finalmente, resaltó la importancia que tiene este instrumento de trabajo para todos los cuadros de dirección del Sistema de Tribunales, promotores fundamentales de la labor investigativa e innovadora, pues, de su adecuada socialización e implementación, dependerá el impacto que tenga en la solución transformadora de las problemáticas que se presenten en las estructuras judiciales.
Al ser aprobada la Estrategia para el desarrollo científico-tecnológico y la innovación en el Sistema de Tribunales, viene a nuestra mente una de las frases que, sobre el tema, ha dicho el presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez: «No se trata solo de hacer más y buena ciencia, sino de orientarla, conducirla socialmente del modo que sea más conveniente a los intereses de la nación». Y eso es parte de nuestro deber: buscar permanentemente, mediante el empleo de la ciencia, la forma de hacer mejor lo que nos toca, en nombre del pueblo del cual dimana nuestra función de impartir justicia, por mandato constitucional.

Deje su comentario
Comentarios
Enfrentarse a la impartición d justicia en nombre dl pueblo sin dudas requiere mucha ciencia, mucha ciencia en aras d alcanzar la racionalidad requerida y necesaria. Si este importante mandato se realiza, ademas, desde la posición d Juez Suplente no permamente de Tribunal Militar, entonces el papel de la ciencia cobra una doble importancia al tratarse d llevar al acto de impartir justicia la experiencia adquirida en el trabajo diario codo a codo con el militar comun, y con conocimientos sólidos d la ciencia del derecho ser capaz d lograr un equilibrio adecuado entre la norma penal y su reflejo real en la conciencia social, para d esta manera actuar como "perno" en la ponderación de las decisiones judiciales.
El Sistema de Tribunales agradece que tengamos cada vez más un desarrollo científico en función de la justicia.