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«No se debe comenzar en esta jornada ninguna actividad sin evocar a Martí. “Ese misterio que nos acompaña”, como lo definió el insigne poeta Lezama Lima. Y es que Martí, como sabemos, marca la historia nuestra como nación, marca lo que somos como personas dignas, marcó el camino que nos trajo hasta la historia revolucionaria del primero de enero y que, con ella, aconteció una Patria verdaderamente libre y soberana», expresó Rubén Remigio Ferro, presidente del Tribunal Supremo Popular (TSP), al intervenir en el acto de firma del Código de Ética para los auditores del Sistema Nacional de Auditoría, celebrado este 28 de enero.
El citado documento, de reciente aprobación, rector de los valores que deben caracterizar a los auditores cubanos, marca el actuar de quienes ejercen dichas funciones y que, en los tribunales de justicia del país, al decir de Remigio Ferro: «son guardianes de ese ejercicio transparente, ordenado y disciplinado en la salvaguarda del buen destino y utilización del patrimonio y la finanza».
Antonio García Rodríguez, jefe del Departamento independiente de Auditoría, ante el presidente y el Consejo de Gobierno del TSP, dio lectura al compromiso de cumplir lo estipulado en el Código de Ética, en el que se refrenda la misión y la sensibilidad revolucionaria que debe caracterizar el desempeño de los integrantes de esta importante área y, a continuación, se procedió a la rúbrica del referido documento.
En el acto, en el cual estuvieron presentes, además, futuros auditores del Sistema de Tribunales, que se encuentran en proceso de habilitación, el titular de la máxima instancia judicial resaltó la presencia del legado del Maestro en su actuar en los órganos judiciales: «La obra martiana se expresa en esa misión inmensa que nos corresponde de impartir justicia en el escenario de una sociedad como la nuestra que promueve los valores de la Revolución. También se expresa en este ámbito, en que hacemos este solmene acto de firma del Código de Ética de los auditores, el cual tiene muchos puntos de encuentro con el Código de Ética Judicial, que también ratifican nuestros profesionales».





