Impartir justicia y asegurar la tramitación y solución de los asuntos judiciales con apego a la Constitución y a la ley, sentido de lo justo, racionalidad, prontitud, respeto a las garantías de las partes, transparencia y cumplimiento oportuno y efectivo de las decisiones, contribuyendo así a la seguridad jurídica, la realización plena de los derechos y al cumplimiento de los deberes y obligaciones de las personas naturales y jurídicas, el disfrute de la libertad, la equidad, la igualdad, la solidaridad, el bienestar y la prosperidad individual y colectiva.