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El Premio del Barrio se instituye por la Dirección Nacional de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) para estimular a cederistas, familias, escuelas y colectivos laborales con un trabajo meritorio en función del barrio.
En este sentido, por mantener una actitud destacada de colaboración con la comunidad y cumplir a cabalidad con su misión, que es impartir justicia en nombre del pueblo, en la mañana de hoy le fue otorgado tal galardón al Tribunal Municipal Popular (TMP) de 10 de Octubre, en La Habana.
En el emotivo y jubiloso acto se reconoció la loable posición de los jueces y demás trabajadores de dicho órgano judicial ante las tareas encomendadas por el municipio durante la etapa de la pandemia; la participación activa en trabajos voluntarios; el papel de los jóvenes, que se involucraron en la confección de módulos alimenticios entregados a la población, en donaciones de sangre, en centros de aislamiento como mensajeros para la atención a personas vulnerables, y que han asumido con responsabilidad y sentido de pertenencia su labor. Igualmente, el mencionado tribunal municipal, como parte de la atención a los barrios en transformación social, realizó intercambios con factores y sancionados del entorno.
El premio, entregado de manos del Héroe de la República de Cuba y coordinador nacional de los CDR, Gerardo Hernández Nordelo, fue recibido por Rubén Remigio Ferro, presidente del Tribunal Supremo Popular; y Kenia Reyes Lara, presidenta del TMP de 10 de Octubre. Asimismo, estaban presentes, en tan significativo momento, Yojanier Sierra Infante, titular del Tribunal Provincial Popular de La Habana, acompañado de otros directivos de esa instancia judicial, y de jueces y trabajadores del tribunal homenajeado; Irina Serra Podio, coordinadora provincial de los CDR; funcionarios del Gobierno del municipio; pioneros de escuelas colindantes y vecinos de la localidad.
El barrio es el principal escenario en que se demuestra el amor a la patria, se une a las familias y, con el esfuerzo y la unidad de todos, se preservan la Revolución y sus conquistas. En la capital ya dos TMP ostentan esta condición: el de Arroyo Naranjo y ahora el de 10 de Octubre.
Recibir tan alto estímulo, concedido por la comunidad, refrenda el carácter popular consustancial a la justicia cubana y hace gala de lo referido por Rubén Remigio Ferro en reiteradas ocasiones, de que los jueces y trabajadores del Sistema de Tribunales tienen que ser, ante todo, buenos cederistas, ya que al pueblo nos debemos, en virtud del servicio público que brindamos.
