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La reunión de trabajo correspondiente al año judicial 2021 del sistema de tribunales de justicia de la capital, tuvo lugar en el Palacio de las Convenciones de La Habana. Un periodo difícil enmarcado por la entrega y compromiso, en el cual prevaleció la unidad y los resultados.
Presidieron el encuentro Rubén Remigio Ferro, presidente del Tribunal Supremo Popular (TSP); Luis Antonio Torres Iríbar, miembro del Comité Central y primer secretario del Partido en La Habana;
Yuniasky Crespo Vaquero y Joaquín Bernal Rodríguez, ambos miembros del Comité Central y diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular; Orestes Yañez Mestre, coordinador del Gobierno Provincial; Marta Moreno Cruz, decana de la facultad de derecho de la Universidad de La Habana; así como directivos del TSP.
Yojanier Sierra Infante, presidente del Tribunal Provincial, expuso en un amplio y detallado informe: “…es importante marcar desde el inicio, cual debe ser la prioridad de los tribunales en este año 2022, que se definió desde el año anterior, ya que, precisamente, se sentaron las bases y se crearon las condiciones para lo que debemos desarrollar y la alta responsabilidad a cumplir en este año. Queremos comenzar con la frase expresada por el Presidente del Tribunal Supremo en la apertura del año judicial: “La reciente entrada en vigor de las nuevas leyes procesales y las relativas a la organización y funcionamiento de los tribunales demanda de nosotros, y de los demás intervinientes en los procesos judiciales, el pleno conocimiento y dominio de sus contenidos”.
Continuó explicando:…"para ello nos hemos ido preparando y es preciso continuar haciéndolo en adelante con la plena conciencia de que constituye, para nosotros, en estos momentos, la principal tarea. Para el sistema de tribunales la implementación de las nuevas leyes procesales aprobadas en este mismo escenario es el principal objetivo de trabajo del periodo, hacerlo, pero hacerlo bien y con calidad”. Asimismo reafirmó: “…cambió la plataforma, el entorno procesal de cómo hacerlo, pero los principios y los conceptos son los mismos a cumplir…”
Se trataron tres temas fundamentales: caracterización del año judicial, las premisas y fortalezas, el comportamiento de los indicadores de calidad de la actividad judicial de manera general, y los procesos de apoyo a esta, es decir, los frentes estratégicos de trabajo.
Argumentó Sierra Infante: “…Estamos haciendo el resumen de un año con la fuerza y voluntad como si no hubiese pasado nada, pero debemos recordar que fueron siete meses de trabajo intermitente con una pandemia que nos aisló, nos separó, nos cambió la forma de actuar. Aun así, nunca nos propusimos detenernos, ni parar la actividad judicial y, no lo hicimos”.
Fue un encuentro matizado por la voz de muchos de los protagonistas del trabajo desempeñado durante esta etapa. Una jornada de amplio debate, intercambio de experiencias y sobre todo, se pudo constatar el papel importantísimo que jugaron los jóvenes, tanto en su labor como jueces profesionales, como los estudiantes de Derecho que se insertaron a esta labor judicial.
Tribuna de La Habana conversó con tres exponentes de la labor desempeñada por la juventud que desde ya, pertenecen a la gran familia judicial:
Indira Sosa Calderón, estudiante de 2do.año de la facultad de Derecho, vinculada a la Sala 5ta.: “…mi vinculación con los tribunales ha sido muy fructífera, desde el punto de vista de la combinación de la teoría y la práctica. Este ejercicio jurídico me ha servido para concretar el conocimiento adquirido en la universidad y me garantiza mi desarrollo como futura profesional del Derecho”.
Por su parte, Marelis Piñales Colás, Jueza del Tribunal Municipal Popular de Marianao, refiere: “…ejercí como jueza en uno de los juicios efectuados producto de los sucesos que se suscitaron el 11 de julio. Puedo asegurar que se respetaron todas las garantías procesales de los acusados. Prueba de ello es que los familiares no presentaron reclamo ni queja alguna, se sintieron conformes con la actuación judicial”.
Conversamos también con Leticia Blanco Borroto, jueza profesional titular de la Sala de Familia, quien tiene 12 años de experiencia en el sistema de tribunales y nos refiere “…el tema de preparación de los jueces de esta materia con relación al proyecto del Código de las familias no se ha limitado al estudio individual por cada uno de nosotros, sino que hemos participado en encuentros técnicos, no solo a nivel de provincia, sino también interactuando con los jueces de los municipios, así como a medida que conocemos de los procesos hacemos las pausas, las herramientas legales desde el punto de vista procesal, sustantivo, dígase, los procesos de violencia, de guarda y cuidado…
“Esto demanda mayor integración por parte de la sala y el municipio, con una colegiación que acerca a jueces de otras materias, pues esta familia es muy dinámica e incluye cuestiones penales, civiles… Asimismo, estamos participando de manera activa en los procesos de consultas en los barrios y esta es la oportunidad que tienen las personas para conocer cuáles son las nuevas instituciones que se incorporan desde el punto de vista del legislador, y los artículos con los que no cuenta el actual código, de violencia intrafamiliar, cuestiones paternos filiales, el matrimonio. Participamos en los debates, escuchamos criterios y evacuamos dudas”.
En las palabras de clausura Torres Iríbar expuso: “…es muy hermoso el trabajo social que ustedes realizan y merecen nuestra felicitación en este balance. Cuando nos detenemos a mirar todo lo que se ha vivido, todo lo que ha ocurrido, habla por sí solo el actuar consciente y justo de los tribunales revolucionarios cubanos”.
El Primer Secretario del Partido acotó: “…Nuestro reconocimiento a todos ustedes, hoy con más orgullo que nunca, al ver tanto jóvenes impartiendo justicia con esa autoridad, ese civismo, con esa actitud que habla de la justicia del proceso cubano”.
La ocasión resultó muy emotiva cuando se reconocieron a jueces que alcanzaron en su desempeño los mejores indicadores de calidad y la integralidad, en el caso de los órganos judiciales.