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La obra escrita del magistrado Fernando Álvarez Tabío (1907-1979) comenzó a publicarse en 1942, con un libro dedicado en su mayor parte a los derechos humanos. Este dio inicio al extenso legado jurídico y político del primer presidente de la Sala de lo Civil y de lo Administrativo del Tribunal Supremo Popular (TSP) de Cuba. Gracias a la gentileza de su familia, tres de sus escritos vieron la luz en 2011, con la segunda entrega de la colección Memoria Judicial, publicación anual del TSP que homenajea a figuras destacadas y rememora hechos relevantes en la historia de los tribunales cubanos.
Al hombre revolucionario y de altura moral se le puede conocer a través del discurso y las dos conferencias que contiene Fernando Álvarez Tabío: paradigma del Derecho en Cuba. Estas intervenciones, realizadas en distintas épocas de labor profesional, son antecedidas por las palabras de presentación de Rubén Remigio Ferro, presidente del TSP, quien en breve biografía introduce los trabajos de un incansable estudioso de la aplicación de la ley.
"El juez activo en el proceso civil" y "La función política de lo Contencioso-Administrativo" se pronunciaron en 1945 y 1956, respectivamente. Demuestran acuciosa investigación sobre las bases antiguas y modernas de estas ramas del Derecho.
En la primera conferencia mencionada, Álvarez Tabío expone sus consideraciones sobre algunos de los procedimientos regulados en la ley, sobre todo los relativos al desarrollo del proceso civil. En las conclusiones, resalta la preparación y facultades necesarias que indica debe poseer un juez para actuar adecuadamente en los conflictos de esa naturaleza: "La declaración de la voluntad judicial ha de estar respaldada, tanto por sólidos conocimientos jurídicos como por la más esmerada formación filosófico-social, que capaciten al juez para adquirir una visión total de las personas y los hechos".
Después de una detallada y profunda reflexión acerca de la división de poderes en un Estado de Derecho, se abre paso, en la segunda conferencia, la explicación de cuál debe ser la función de lo contencioso-administrativo, en tanto garante de la seguridad jurídica de los ciudadanos ante las entidades públicas.
El tercer y último texto recogido en el libro es el discurso de Álvarez Tabío en el Acto de apertura del año judicial de 1968, titulado "Cien años de lucha en sus documentos fundamentales". Está acompañado de las palabras iniciales del otrora presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Dr. Enrique Hart Ramírez. En aquella ocasión, la ceremonia solemne se dedicó al centenario de la revolución de 1868 y al octavo aniversario de la Primera Declaración de La Habana. Por eso, en dicha intervención se hace un recuento de la importancia de los manifiestos revolucionarios de 1868 y de 1895, La historia me absolverá y las declaraciones de La Habana.
Divulgar la amplia obra de Fernando Álvarez Tabío es un propósito al que el TSP continuará contribuyendo, pues él sigue siendo inspiración y ejemplo para las más nuevas generaciones de jueces cubanos. Tan es así, que de sus palabras es muy fácil deducir las características de un juez de contexto: "Solo con jueces independientes y responsables, dotados de amplia preparación jurídica y sociológica, e investidos de gran autoridad e iniciativa en su elevadísima y cotidiana misión, es que el anhelo de justicia social podrá latir en la vida misma como en la norma abstracta, fundido en síntesis que encarne el carácter y la cultura de un pueblo en su constante lucha por la superación...".