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El Tribunal Provincial Popular (TPP) de La Habana desarrolló el pasado viernes el taller de familia, evento que contó con la presencia de Farah Saucedo Pérez, vicepresidenta del Tribunal Supremo Popular (TSP) y de Ranulfo Andux Alfonso, presidente de la Sala de lo Civil y de lo Administrativo de la máxima instancia judicial. Además, se dieron cita jueces, abogados, fiscales, miembros de los equipos multidisciplinarios de los territorios capitalinos, representantes de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), profesores de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana y otros invitados.
Convocados a un ejercicio de reflexión colectiva, con miras al perfeccionamiento de la labor judicial en el escenario familiar cubano, integrando la ciencia y las experiencias derivadas de la práctica judicial, los asistentes recibieron enriquecedores ponencias, iniciadas por la Dr.C. Ana María Álvarez Tabío, profesora titular de la Facultad de Derecho de la Universidad de la Habana, quien abordó los retos que impone el nuevo texto constitucional para enfrentar el actual escenario familiar cubano.
Jueces del TPP de la urbe capitalina presentaron trabajos investigativos que posibilitaron la retroalimentación de saberes, en torno a la búsqueda de las mejores prácticas en la solución de los conflictos familiares en sede judicial. Temáticas como la nueva visión de las familias en la Constitución cubana y su enfoque en la práctica judicial, los aportes de la piscología para la celebración de la comparecencia y la escucha del menor, y la dinámica familiar en el trámite de ejecución de sentencias generaron variadas intervenciones, en las cuales se exhibieron buenas prácticas y se tomaron acuerdos en aras de perfeccionar el quehacer judicial.
Al hacer uso de la palabra, el presidente de la Sala de lo Civil y de lo Administrativo del TSP hizo referencia a los avances que ha tenido el procedimiento familiar en sede judicial desde que se inició la experiencia en los tribunales populares, así como los particulares que quedan por agotar a partir de lo recogido en la Instrucción No. 216, dictada por el Consejo de Gobierno del máximo órgano judicial cubano.
En el cierre de la jornada de trabajo, Saucedo Pérez se refirió a la visión crítica que sobre estos temas se debe tener, a los efectos de enriquecer la práctica judicial al resolver estos asuntos y la necesidad de seguir profundizando en lo dispuesto en la referida instrucción, al resaltar la presencia de jóvenes jueces que enfrentan los conflictos familiares en la capital. Asimismo, acentuó que para que el taller tenga provecho se deben implementar mecanismos para dar continuidad a lo alcanzado hasta este momento, de cara a los retos que se avecinan.




