Para ser elegido magistrado o juez profesional, se requieren condiciones específicas que garanticen la idoneidad y ética en el ejercicio de la función judicial. Entre los requisitos generales se encuentran poseer un título habilitante en Derecho, ser ciudadano cubano con residencia efectiva en el país, y contar con un buen concepto público y cualidades morales.
La experiencia previa como jurista o docente en Derecho también es fundamental, con plazos que varían según el nivel del tribunal: 10 años para magistrados, 5 para tribunales provinciales y 2 para municipales, aunque se exceptúa a los recién graduados que ingresan al sistema judicial. Excepcionalmente, el Consejo de Gobierno del Tribunal Supremo puede prescindir de algunos de estos requisitos para proponer o promover magistrados y jueces.
El perfil de la carrera judicial exige competencias como formación jurídica, independencia, imparcialidad, capacidad de interpretar y argumentar el Derecho, así como cualidades éticas como humanismo, integridad, transparencia y compromiso con la justicia y la realidad social.