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“Soy hoy siete de marzo, con todas las razones del mundo, el revolucionario más feliz”.
Fidel Castro (Palacio Central de la Computación, 2006)
Hoy estas palabras cobraron un nuevo sentido para los directivos y especialistas de las áreas de Informática y Comunicación institucional del Tribunal Supremo Popular (TSP), en ocasión de visitar el Palacio Central de la Computación, enclavado en pleno corazón habanero, donde se pudo conocer de las múltiples potencialidades que, para el conocimiento y la prestación de servicios, se generan desde la majestuosa instalación. En un ambiente cálido, espacios en que se observan variadas funciones utilitarias y evidentes deseos de intercambio para la colaboración mutua, se desarrolló el encuentro que dejó como saldo fuertes expectativas por lo mucho y bueno que desde esta colaboración se puede lograr en bien del conocimiento.
Una detallada explicación acerca de las más de diez plataformas que prestan un servicio estable y con gran interactividad recibieron todos los presentes. Con placer se conoció que prestaciones desde EcuRed, Mochila, Reflejos, El Estanquillo, Revista Tino, Ludox y Curs@d son de un alto valor para continuar perfeccionando la cultura jurídica de la población, colocar el quehacer científico del Sistema de Tribunales y buscar maneras novedosas y lúdicas para colocar los contenidos y que lleguen a todos.
El encuentro sostenido en la mañana de este viernes forma parte de las acciones que se derivan del convenio rubricado hace pocos días, por Rubén Remigio Ferro, presidente del TSP, y Osvaldo Martínez García, director general de los Joven Club de Computación y Electrónica, centro conocido, desde su fundación hace más de 20 años, como la computadora de la familia cubana.
Al concluir el encuentro, calificado de muy provechoso para ambas partes, se realizó un recorrido por la instalación, donde se pudo constatar la importancia de esta red de centros tecnológicos que, por iniciativa del Comandante en Jefe, se fundaron con el objetivo de contribuir a la socialización e informatización de la sociedad cubana.
Realmente cobró un nuevo sentido la frase del Comandante al exclamar «soy el revolucionario más feliz»; hoy germinó nuevamente la semilla al unirse el Sistema de Tribunales y los Joven Club de Computación y Electrónica en el objetivo común de contribuir al conocimiento de la computación, la comunicación y la electrónica, en función de los órganos judiciales cubanos, experiencia solo posible en un sistema social como el nuestro.
