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Este miércoles 10 de noviembre arribaron a suelo patrio los jueces cubanos que, desde el pasado día 1º, se encontraban recibiendo la cuarta edición del Curso de superación en materia penal, impartido por profesores de la Universidad Estatal Rusa de Justicia.
En esta ocasión, los cursistas fueron partícipes de conferencias que se sucedieron durante toda la semana, relacionadas con los estándares internacionales para el tratamiento de la corrupción, con la visión de los delitos funcionariales y las particularidades del proceso penal ruso y, junto al rector del referido centro de altos estudios, Valentín Ivanovich Yershov, intercambiaron en torno a la interrogante: ¿Qué debe prevalecer para un juez al momento de la toma de decisiones: la justicia o el Derecho?
Asimismo, abordaron la temática concerniente a las cuestiones relativas a la calificación del ciberdelito y la metodología para la imposición de las sanciones penales, clase magistral conducida por Mijail Alexandrovich Prostoserdov y Andrei Anatolievich Ariamov, docentes de esta Universidad.
Sobre el Código de Ética del Sistema Judicial de la Federación de Rusia, y el desarrollo institucional de los órganos de justicia de ese país; también conocieron los jueces cubanos. Estos contenidos fueron impartidos por la profesora Elena Vladimirovna Burdina y, al igual que los anteriores, generó enriquecedores debates que favorecieron la socialización de buenas prácticas, a partir de las experiencias acumuladas por ambas naciones.
Conocer de primera mano sobre la cultura y tradiciones rusas también fue otro de los objetivos cumplidos. Gran emoción les causó divisar nuestra insignia nacional ondeando en Etnomir, parque museo ubicado en Kaluzhskaya Óblast, lugar de belleza e historia incalculables.
Dicho sitio constituyó espacio oportuno para que recibieran una imagen del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, que simboliza la admiración de este país por el Comandante en Jefe.
Antes de regresar a Cuba, nuestra delegación agradeció a todos los profesores de la Universidad Estatal Rusa de Justicia que los acogieron como hermanos, y significaron el compromiso de multiplicar y aplicar a su quehacer lo aprendido en las aulas de este prestigioso centro. Así lo hicieron saber desde sus perfiles en redes sociales:
«Y llegó el “hasta pronto” a la tierra y su gente que nos acogió como hermanos. Hemos vivido días inolvidables, nos toca regresar a nuestra tierra. Nos vamos satisfechos por el deber cumplido. Por unos días fuimos los representantes de los tribunales cubanos en Rusia… ¡lo hicimos bien y estamos orgullosos de ello! Ahora a nuestros puestos de trabajo, llenos de optimismo y compromiso para hacer las cosas cada día mejor. ¡Ese es nuestro deber como servidores públicos! A la Universidad Estatal Rusa de Justicia: gracias por su hospitalidad y enseñanzas.»
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