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Cada vez se vuelve más frecuente el irrumpir de jóvenes en todos los espacios del Sistema de Tribunales. Contagian con su alegría, multiplican sus saberes, hacen reflexionar a cada paso y propician el intercambio necesario. Curiosos por saber, a menudo olvidan que el proceso de aprendizaje es paulatino; preguntan, se inquietan, sugieren, y al partir muchos regalan la frase: quisiera trabajar aquí.
Es notable un grupo que arriba a los tribunales y que ya definieron su vocación. Ellos estudian Licenciatura en Derecho y desde el segundo año de la carrera ya comienzan a vincularse con los tribunales en modalidades como prácticas pre profesionales, realización de sus tesis de grado, trabajar en una investigación o como parte de las actividades optativas que sirven para su preparación integral.
Por estos días también se reciben con mucho agrado a estudiantes de Derecho que desde tercer año se vinculan como trabajadores mediante contratos de medio tiempo y que desarrollan diversas actividades que les tributan un caudal de conocimientos y los preparan para desempeñarse como jueces, una vez graduados.
La experiencia iniciada recientemente ya exhibe resultados alentadores. Son varios los que una vez concluida su carrera deciden comenzar a trabajar como jueces en esa institución que los vio crecer como futuro profesional del Derecho y donde generalmente están los experimentados jueces que los tutoraron y les acompañaron hasta su graduación.
Entre las vivencias que estos jóvenes comparten destacan la importancia que le conceden a la vinculación con los entornos laborales, la posibilidad experimentar en la práctica cotidiana la materialización de la teoría que en las aulas aprenden.
Un importante grupo cuenta con entusiasmo lo vivido en el encuentro sostenido en la provincia Ciego de Ávila con estudiantes universitarios de todo el país vinculados a los tribunales, y aseguran haberse acercado a una fuente inagotable de experiencias que de seguro abonarán su futuro profesional.
Así cobra vida el viejo refrán de: se hace camino al andar. Los jóvenes llegan con su impronta natural y de la mano de los más experimentados llegan seguros al final del camino que, como estudiantes universitarios, se corona con su graduación.
Como en todo intercambio, son muchos los que se enriquecen. También los profesionales que laboran en el Sistema de Tribunales manifiestan su alegría por poder participar y de muchas maneras lo hacen saber. Una evidencia de lo dicho es esta publicación capturada de las redes sociales.
