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La convocatoria no se hizo esperar; los pasillos del Tribunal Supremo Popular (TSP) habitualmente vacíos -pues todos se concentran en sus labores durante largas horas- asumieron un ir y venir poco usual. La palabra corría de boca en boca, todos al teatro. Los más experimentados llegaron sonriendo, de seguro ya imaginaban.
Como todos los años, se estimularía a las siete secciones sindicales que conforman el buró de la institución, por el entusiasmo y la contribución para que este Primero de Mayo dijera una vez más al mundo, desde la histórica plaza: SOMO FELICES AQUÍ.
El aplauso a cada uno, con el reconocimiento oportuno y recordar imágenes del cercano día, fueron parte de los minutos compartidos antes de volver al trabajo y a la quietud habitual de los pasillos. Eran los ecos de un primero de mayo que también fue fiesta multicolor para los trabajadores de los tribunales.
La ocasión fue propicia para presentar ante todos a los jóvenes estudiantes que hoy asumen al TSP como nueva fragua en su preparación como futuros profesionales. Ellos nuevamente escucharon: ¨Ya ustedes forman parte de nosotros¨, y entonces se sumaron a la complicidad del encuentro.
Los versos “a mi bandera” repetidos al unísono, las palabras de reafirmación revolucionaria en la voz del dirigente sindical y los acordes de “Me dicen Cuba“ cerraron los minutos para el reconocimiento oportuno a los trabajadores del Tribunal Supremo Popular y el punto de partida para nuevas convocatorias en favor de esta obra hermosa que se llama Revolución Cubana.

