Dos jóvenes juezas y su pasión por la ciencia

Ambas encontraron en la ciencia la pasión que las impulsa a continuar bebiendo de la savia que emerge del conocimiento sembrado en las aulas universitarias y puesto en práctica desde el estrado.

Claudia Bárbara Ruiz Zubiaur, una de nuestras entrevistadas, labora en el Tribunal Provincial Popular (TPP) de La Habana como jueza profesional de la Sala 1ra de lo Civil. Por su parte, Lauren Bárbara Castellanos Aguilera, con quien también dialogamos, se encuentra a cargo de la Sección de Familia en el Tribunal Municipal Popular (TMP) de Plaza de la Revolución.

Ellas, con solo 29 y 25 años de edad, respectivamente, son, además, profesoras de Derecho procesal civil en la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana. Y no es coincidencia que, siendo tan jóvenes, tengan varias responsabilidades, pues, de esa fértil convergencia que se produce entre teoría y práctica, nació un proyecto merecedor ya de dos reconocimientos que motivan esta entrevista.

Pero primero acerquémonos a los inicios profesionales de estas juezas.

¿Qué motivaciones las hizo adentrarse en el Sistema de Tribunales?

Claudia: En mi caso, realicé las prácticas preprofesionales en los tribunales, donde comencé a investigar sobre los métodos alternativos de resolución de conflictos. De ahí que mi trabajo de grado fue sobre arbitraje, convirtiéndose esto en la mayor motivación para quedarme laborando en el sistema.

Lauren: Tuve la oportunidad de vincularme a los órganos judiciales desde 4to. año de la carrera. Un curso antes conocí a la profesora Yanet Alfaro, quien fue mi tutora y me introdujo en el Sistema de Tribunales, lo que me permitió encaminar mi tesis de licenciatura sobre la casación civil como recurso. Esa fue mi principal motivación.

¿Y, una vez graduadas, que las hizo continuar el camino de la investigación, iniciado en las aulas universitarias con el trabajo de diploma?

Lauren: ¡Porque el conocimiento no ocupa espacio! Eso es una máxima para mí. Por eso investigar me apasiona, pues me permite mantener el conocimiento activo. Y es que hay temas que te tocan a la puerta y te incitan a investigarlos.    

Claudia: Coincido con el criterio de Lauren. Investigar es parte inseparable de nuestro quehacer y a todo lo que hacemos siempre le intentamos poner un poco de ciencia.

Dialoguemos sobre su trabajo científico: «Introducción a la argumentación jurídica dentro del estudio de las falacias», que resultó merecedor de dos importantes premios. ¿Cómo surge esta investigación?

Lauren: Todo comienza cuando se realizó la convocatoria en el año 2020 para la Jornada Científica del TPP de La Habana. Aunque estábamos muy complicadas en nuestros tribunales, teníamos definido presentar un trabajo en dicho evento. De inmediato empezamos a pensar qué íbamos a hacer y encontramos la solución. Yo estudio en el Instituto Félix Varela, cursando una licenciatura en humanidades, y uno de los trabajos finales que presenté en la asignatura Filosofía fue sobre las falacias argumentativas. Ese día dialogué con Claudia por WhatsApp y le comenté sobre este trabajo. Cuando ella lo leyó aceptó el reto y entonces decidimos aterrizarlo a nuestra labor y hacerlo sobre las falacias argumentativas en sede judicial.

Claudia: El problema científico del trabajo nació de la observación diaria, de unir la teoría con la práctica judicial. Para hacerlo siempre tuvimos una línea rectora, que las personas entiendan por qué la argumentación jurídica es tan importante. Cuando empezamos a investigar nos dimos cuenta que ello se explica a través de fórmulas matemáticas, y lo potabilizamos a través del estudio. Yo estaba en el TMP de Centro Habana en la sección civil e hicimos un levantamiento para conocer cuáles eran las principales falencias al momento de redactar sentencias por los jueces e hicimos un estudio de los escritos presentados por los abogados. A partir de ahí confeccionamos una especie de estadística y reflejamos en el trabajo cuáles eran las dificultades del discurso argumentativo en el resultado final del proceso, que es la sentencia.

Lauren: El trabajo que desarrollamos tiene mucho camino por delante, pues es un tema de mucha aplicación en sede judicial. Las falacias no son más que errores de argumentación y, en ese sentido, el presidente del Tribunal Supremo Popular ha insistido, en varias ocasiones, en que las sentencias hay que redactarlas con un lenguaje entendible y asequible para el justiciable.

Claudia: Y una particularidad que tiene nuestra investigación es que nos permite hacer ciencia desde la observación de la práctica judicial. Vamos desde la teoría pero aterrizamos en nuestro quehacer como juezas.  

¿En qué eventos han presentado su trabajo investigativo?

Lauren: Además de en el evento científico del TPP de La Habana en el 2020, lo expusimos también en el convocado por la Unión Nacional de Juristas de Cuba (UNJC). Como consecuencia de la pandemia, se ha limitado un poco el desarrollo de otras citas de este tipo, pero estamos preparándonos para próximas jornadas científicas, por lo cual nos encontramos enriqueciendo el trabajo.

Claudia: Lo hemos concebido como la punta del iceberg, pues lo próximo que queremos hacer, a partir de que sea aprobado el nuevo Código de procesos, es encaminarlo hacia la argumentación jurídica de las audiencias preliminares previstas en el referido código. Para ello, vamos a adueñarnos de las buenas prácticas que tiene el juicio oral en materia penal en Cuba y, en tal sentido, hacer propuestas. Queda bastante camino por recorrer.

Sin embargo, las rutas seguidas hasta la fecha le valieron dos reconocimientos a lo investigado. El primero fue el Gran Premio que se les entregó en la clausura de la Jornada Científica del tribunal provincial y el segundo, la mención otorgada por la UNJC. ¿Qué significó esto para ustedes?

Claudia: En el caso del Gran Premio, cuando dijeron el nombre de nuestro trabajo como ganador no nos lo creíamos. Su entrega por el jurado ha sido como el visto bueno de que va bien encaminada la investigación.

Lauren: En cuanto a la mención que nos otorgó la UNJC fue también muy emocionante. En este evento participaron otros juristas de experiencia que tenían investigaciones de años. De manera general, ha sido gratificante que esta ponencia se haya vuelto una línea investigativa con una visión futura amplia, pues tenerla definida es lo que todo investigador anhela.

Proyecciones en materia de investigación.

Lauren: Trabajamos con vista a la maestría que se prevé que inicie en el 2022. Además, estoy esperando la categorización como profesora instructora, porque en la facultad es donde tienes la posibilidad de formar a los nuevos jueces, y en ellos hay que sembrar la semilla de la investigación.

Claudia: Nuestro trabajo va dirigido a perfeccionar la práctica judicial. Ahí está, ahora mismo, nuestra principal proyección con esta investigación. Nos apasiona la docencia y ser juezas, y es que el Derecho se aprende con un libro en la mano y un expediente debajo del brazo, como sentencia una frase popular.

Con esa fuerza inherente a las nuevas generaciones y repletas de sueños profesionales que añoran materializar, Lauren y Claudia nos hablan, además, de los cambios que se avecinan para el ejercicio de la función judicial, pues cuatro importantes normas serán sometidas, próximamente, a la aprobación de los diputados cubanos. Estos anteproyectos serán guías importantes para su línea de investigación.