Entrevista a Rufina de la Caridad Hernández Rodríguez, magistrada del Tribunal Supremo Popular y jefa del Departamento independiente Unidad de Ciencia e Innovación de este órgano judicial, quien recientemente fue nombrada investigadora de mérito y además premiada con la orden Carlos Juan Finlay.
ü ¿Qué significa para usted ser mujer en una posición tan relevante dentro del sistema judicial cubano?
Rufina de la Caridad: Significa un elemento más del empoderamiento de las mujeres en la Revolución, desde las posibilidades de estudio, superación y desarrollo que nos ha posibilitado a todas por igual. No en todos los países de este globalizado mundo, una mujer como yo, de origen campesino y mestiza, llega a ser magistrada del Tribunal Supremo de su país. En Cuba la justicia tiene rostro y corazón de mujer, ya que más del 80% de las que impartimos justicia, como juezas y magistradas somos mujeres, así como somos mayoría en la cantidad de especialistas, másteres y doctoras, esa es una fortaleza de la Revolución.
ü ¿Cómo valora el Sistema judicial cubano la integración de la ciencia y la innovación en su labor diaria, y qué proyectos de investigación se están implementando para mejorar la eficiencia y efectividad de los tribunales?
Rufina de la Caridad: Las investigaciones científico-técnicas, vinculadas con la labor de los tribunales, y la introducción de sus resultados es uno de los objetivos de trabajo del Sistema de Tribunales, para contribuir al perfeccionamiento y la mejora continua de la actividad judicial; teniendo como documentos programáticos y rectores la Estrategia de Ciencia e Innovación 2020-2026, su Plan de implementación, actualizado recientemente con las prioridades de la ciencia en el Sistema hasta el 2030, su Programa Sectorial de Ciencia e Innovación para el Sistema de Tribunales aprobado por el CITMA: “Perfeccionamiento de la justicia judicial para contribuir al desarrollo de la sociedad cubana del siglo XXI”, respecto al cual ya se han librado dos convocatorias y se trabaja en 10 proyectos de investigación, que abarcan los problemas que más inciden en la impartición de justicia como: la ejecución de las sentencias judiciales, el proceso de la calidad, la justicia del trabajo, las garantías constitucionales en sede judicial, la informatización, las vías alternativas, la comunicación institucional, entre otros.
ü Como magistrada y académica, ¿cómo ve la intersección entre la ciencia y el Derecho en su labor diaria?
Rufina de la Caridad: Los nuevos cambios legislativos operados en Cuba a partir de la Constitución de 2019, han privilegiado la incorporación de la ciencia al Derecho y eso ha sido muy positivo, la ciencia tiene que estar en función de adecuar nuestras normas jurídicas a los cambios económicos y sociales para que no existan antinomias y cada día exista un mayor respeto por la legalidad y por un fortalecimiento de nuestro Estado socialista de Derecho y Justicia Social.
ü Recientemente fue reconocida como investigadora de mérito. ¿Qué investigaciones ha realizado que considera más relevantes para el Sistema judicial cubano?
Rufina de la Caridad: La condición de investigadora emérita, se la debo a las posibilidades investigativas que me ha dado la institución y por eso la considero un mérito colectivo, más que personal. La inquietud científica siempre la he tenido incorporada a mi persona, porque me gusta demostrar lo que digo o afirmo y para ello he encontrado en la ciencia el soporte perfecto, creo que de mis investigaciones las de mayor aporte han sido, la tesis de la maestría en criminología, sobre la necesidad de la protección penológica al medio ambiente en Cuba, la tesis de la maestría en Derecho Público sobre la dogmática penal en los delitos económicos y por último y a mi juicio la más importante la tesis doctoral, sobre la necesidad de incorporar el principio de oportunidad al proceso penal cubano, resultados científicos que fueron incorporados a las nuevas leyes, sustantiva y procesales del Derecho Penal.
ü ¿Cómo ha influido su formación académica en su enfoque hacia la innovación dentro del sistema judicial?
Rufina de la Caridad: Ha sido determinante, encontrar propuesta de solución a los problemas científicos planteados con aplicación de la Metodología de la Investigación Científica desde el Derecho, me ha demostrado que aplicando ciencia todos los problemas tienen solución y es tan bonito poder crear, proponer, aportar conocimientos en busca de un cambio, una transformación, en beneficio de los demás y sobre todo en la impartición de justicia que tanto tiene que ver con los derechos y garantías de las personas que conforman el pueblo en nombre de quien actuamos por mandato constitucional. Mención especial en mi formación académica ha tenido la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, de la que soy una alumna permanente y donde he impartido docencia desde que me gradué, hace cuarenta años.
ü En su opinión, ¿cuál es el papel de la ciencia en la mejora de los procesos judiciales y en la protección de los derechos ciudadanos?
Rufina de la Caridad: La ciencia es un pilar fundamental en la búsqueda constante de hacer más perfectible la impartición de justicia, en poder garantizar la dignidad humana como principio y valor supremo de nuestra actuación. Los tribunales cubanos se convierten cada día más en laboratorios sociales, pues la mayor judicialización en la resolución de los conflictos sociales, posibilita que se pueda medir su comportamiento en la radicación de asuntos en las diferentes materias y ello facilita el estudio de cualquier fenómeno o conflicto social desde una perspectiva jurídica en la búsqueda de posibles soluciones.
ü ¿Qué desafíos enfrenta como mujer en una posición de liderazgo dentro del Tribunal Supremo Popular?
Rufina de la Caridad: Seguir potenciando la ciencia desde lo judicial y dentro de ella buscando siempre un enfoque de género que implica cumplir la obligación constitucional y convencional de hacer realidad el derecho a la igualdad, por medio de la labor jurisdiccional para garantizar el acceso a la justicia, erradicar la discriminación por medio del quehacer jurisdiccional para garantizar el acceso a la justicia y remediar, en un caso concreto, situaciones asimétricas de poder. Así, el sistema de impartir de justicia se constituye en una herramienta emancipadora que hace posible que las personas diseñen y ejecuten un proyecto de vida digna en condiciones de autonomía e igualdad.
ü ¿Qué mensaje le gustaría transmitir a las nuevas generaciones que aspiran a seguir una carrera en el ámbito judicial o científico?
Rufina de la Caridad: Mucho estudio y amor por lo que hacen. Impartir justicia es una obra de infinito amor y ello nos compromete en ser profesionales capaces y bien preparados desde todos los ámbitos, el conocimiento es el único patrimonio que nadie te puede quitar y cuando lo pones en función de los demás se multiplica, porque se socializa y tu obra permanece en el tiempo.
ü Finalmente, ¿cómo visualiza el futuro del sistema judicial cubano en términos de innovación y equidad?
Rufina de la Caridad: Mi cotidiano actuar está dirigido al logro de nuevas metas y casi todas las logradas se han alimentado de grandes sueños y utopías, respecto a la ciencia y la innovación en lo judicial, yo sueño con que el Sistema de Tribunales algún día tenga un Centro Científico de Investigaciones Judiciales, creo firmemente que su potencial científico, sus magistrados y jueces, sus trabajadores en general, lo merecen, el país y la Revolución lo necesita y hacia ello, unidos todos, trabajaremos, para lograr la victoria.
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